miércoles, 28 de marzo de 2012

Kamikaze culinario

Estos días estoy trabajando bastante. Sobre todo si tienes en cuenta que estoy hablando de mí mismo.
Por un lado estoy avanzando mucho con las encargas de pintura que tenía por ahí sueltas, y por el otro estoy dibujando unas cosas para el blog que ya subiré, y otras que aunque no lo son, también acabaré enseñando.

En otro orden de cosas, el viernes por la noche puse a descongelar un filete de ternera, pensando que era carne de cerdo que añadir a la pasta que estaba planeando hacer para una visita que tuve el sábado. Como al final usé unas salchichas y un par de latas de atún, (herencia costumbrista de una vida universitaria), el filete se quedó en el frigorífico y allí se quedó en el olvido. Hasta hoy.

Hoy me he preparado ese filete, aun bajo el aviso de mi querida progenitora de que probablemente me sentaría como un puñetazo en el estómago. Para acompañarlo, me hice una ensalada con dos hojas de lechuga y lo que he podido aprovechar de dos tomates que tenían manchas negras y moho. Los aliñé con aceite y vinagre. Sin embargo no pude acabar de disimular un sabor que podría catalogar como de tierra.

No creo que me vaya a sentar mal ni nada de eso. Aun así, me sorprende cómo cuando se trata solamente de mí, puedo llegar a comer cosas que tú no dudarías ni un segundo en tirar a la basura, pero cuando se trata de invitados, puedo desdeñar comida en perfectas condiciones por no considerarlas adecuadas al plato, aunque tú lo verías completamente lógico y normal.

Qué problemas ¿verdad?

6 comentarios:

  1. Yo he comido cosas que harían vomitar a una cabra.

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  2. ¡Jajaja! ¡Matar o morir! Y Marcos, eras el mejor.

    http://www.youtube.com/watch?v=7bmCi7vRWKo

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  3. Jajaja!, qué patético el gordito. Me recuerda a un amigo de mi padre, buena gente pero solterón y pagafantas hasta el infinito. Bueno, y también un poco a Silvio José, el buen parásito, el personaje de Paco Alcázar en El Jueves. A veces me pregunto si habrá gente-no nerd así de verdad.

    Yo también estoy pensando en recurrir a un alter ego de este tipo para reflejar esas miserias cotidianas que todo el mundo tiene (aún, a mi edad, sigo preguntando a mi madre cómo cocinar esto o aquello. Y me sigue echando tuppers como para dar de comer a un regimiento... así no hay quién se emancipe)

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    1. Bueno Clara, yo no puedo responder si hay gente como la que tú describes. No conozco a nadie de esas características. En cuanto a mí, aunque realmente no uso un alter ego y soy como me describo en este blog -y aunque sí estoy soltero-, al contrario del amigo de tu padre del que hablas, ni me considero para nada un pagafantas, ni mucho menos patético. Lo 'patético', al igual que lo 'dramático' a mí siempre me evoca la belleza en la desgracia. Por fortuna yo soy una persona bastante feliz y con mucha suerte.

      Las madres son una bendición. Aunque a veces se propasen en lo que a sobreproteccionismo filial se refiere. Aún así te animo a que no desistas en tus impulsos emancipadores. Ten en cuenta que, al contrario que el amor, -como se suele decir por ahí- la emancipación sí que no entra por el estómago.

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  4. Jar, doy fé de ello... al menos por la parte que me toca como invitado, tus platos siempre fueron impecables (de manera individual y secreta nunca nos importó tomar cucarachas como si de snacks se tratara).
    Me alegra que estés trabajando... Ójala yo pudiera decir lo mismo (he intentado de verdad atender a tus recomendaciones, pero no me sale de ninguna manera hacer las cosas a tiempo...)

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    1. Muchas gracias por la fé, Don.

      En cuanto a lo de mis recomendaciones, no hay problema, ya que al final todo siempre acaba dando tiempo, ya verás.
      Que si no, ni tú ni yo estaríamos donde ni como estamos. (sea esto bueno o malo...)

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